¿Cómo funcionan los proyectos de conservación forestal REDD+?
¿Por qué es tan importante la conservación forestal?
Los bosques se cuentan entre los sumideros de carbono más importantes del planeta, ya que captan alrededor de un tercio de las emisiones anuales de carbono de la humanidad. También albergan una enorme variedad de especies y son la base de la vida humana. Sin embargo, la superficie forestal mundial ha disminuido drásticamente en las últimas décadas debido al aumento de los asentamientos, el uso agrícola, la tala ilegal y la minería.
En conjunto, la deforestación y el cambio permanente del uso de la tierra —lo que incluye la agricultura y el pastoreo— han sido responsables del 23 % de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero registradas en todo el mundo desde 1961.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que el consumo mundial de madera aumentará un 50 % de aquí a 2050. Esta demanda en constante aumento incrementará enormemente la presión sobre los bosques existentes. Por ello, ahora es más importante que nunca apoyar los proyectos de forestación, conversión y conservación forestal.
¿En qué consisten los proyectos REDD?
Las medidas para proteger los bosques son vitales para combatir la deforestación. Creado por las Naciones Unidas en 2008, el mecanismo REDD+ es un componente clave en esta acción climática. REDD son las siglas de «Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación». El «+» alude a la importancia de la conservación de los bosques, la gestión forestal sostenible y el aumento de las reservas forestales de carbono en los países en vías de desarrollo.
REDD+ tiene como objetivo evitar las emisiones de carbono vinculadas a la deforestación.
El propósito de REDD+ es implicar a la población local en la conservación de los bosques y recompensarla por su trabajo para protegerlos. En lugar de talar árboles para ganar dinero, REDD+ se esfuerza por convertir su conservación y protección en la base de nuevos modelos de negocio y medios de vida para la población local: la reducción de la tala de bosques puede generar reducciones de emisiones verificadas que, a su vez, ayudan a proteger los bosques existentes. Estas reducciones de emisiones verificadas pueden venderse para conseguir que los bosques sean más atractivos desde el punto de vista financiero que otras formas de uso de la tierra. Por su parte, los ingresos procedentes de la venta de las reducciones de emisiones verificadas se invierten en la conservación de los bosques, la gestión sostenible de los recursos forestales y, en particular, en perspectivas para la población local, como nuevos puestos de trabajo y ofertas educativas. De este modo, el mecanismo REDD+ les permite a las comunidades desempeñar un papel activo en la lucha contra el calentamiento global, al tiempo que promueve el desarrollo social en sus áreas locales.
En algunos casos, la madera puede recolectarse de forma sostenible en los proyectos REDD+: debe tener una certificación FSC (Consejo de Administración Forestal), y la gestión forestal sostenible debe ser coherente con las leyes y reglamentos pertinentes.
Los impactos positivos de los proyectos REDD+
Los proyectos REDD+ ejercen muchos impactos positivos sobre las personas y el medio ambiente. Entre ellos se incluyen:
¿Cuáles son los retos?
Los proyectos de conservación forestal solo funcionan si el bosque está protegido a largo plazo. Un incendio forestal liberaría de nuevo el CO2 captado. Los proyectos de conservación forestal tienen en cuenta este riesgo dejando a un lado las reducciones de emisiones verificadas para formar un «colchón común». Estas reducciones de emisiones verificadas no están a la venta. Este método actúa como una especie de seguro. Sobre la base de una evaluación individual del riesgo, cada proyecto debe aportar un determinado número de reducciones de emisiones verificadas a dicho colchón común. Estas se gestionan mediante los estándares y no pueden ser objeto de comercio. Por ejemplo, si se produce un incendio forestal, las reducciones de emisiones verificadas de ese colchón se retiran en función de cuánta superficie arbolada se haya perdido a fin de compensar las reducciones de emisiones perdidas. Para evitar estos riesgos y garantizar la permanencia de un proyecto en el tiempo, se llevan a cabo evaluaciones de riesgos y a continuación se establecen zonas tampón adicionales alrededor del área del proyecto.
Esto significa que cada proyecto de conservación forestal capta en realidad mucho más CO2 del que se le permite «comercializar», por lo que un proyecto nunca puede reclamar el 100 % de las reducciones de emisiones que consigue. Esta fórmula conservadora es la que establece el Estándar de Carbono Verificado reconocido a nivel mundial.
REDD+ Proyectos de compensación de emisiones de carbono con ClimatePartner
Muchos de nuestros proyectos climáticos relacionados con la conservación forestal funcionan con el mecanismo REDD+, como los proyectos de conservación forestal en Madre de Dios (Perú), Portel (Brasil) y Tambopata (Perú).
Nuestros proyectos REDD+ cumplen con el Estándar de Carbono Verificado o el Estándar PV Climate, lo que significa que están certificados bajo los estándares de calidad más estrictos. Según estos estándares, los proyectos climáticos certificados deben cumplir los cuatro criterios siguientes: deben ser adicionales, deben excluir la doble contabilidad, deben ser permanentes y deben ser auditados periódicamente por terceros independientes.
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